El arte catalán conquista Londres vía París

4/11/2022 | Teresa Sesé | La Vanguardia

Una nueva exposición fruto de la alianza entre la galería Colnaghi, Sala Parés y Artur Ramon revisa las obras realizadas por los artistas catalanes durante su estancia en la capital francesa

Casas, Nonell, Sunyer, Rusiñol, Pruna, Togores, Nonell, Anglada-Camarasa, Huguet, Pichot, Gargallo… Más allá de Picasso, Dalí y Miró, el arte catalán de finales del siglo XIX y primera mitad del XX cuenta con nombres valiosos que nadie cuestiona de puertas adentro pero cuyo reconocimiento internacional deja aún mucho que desear. Con el objeto de sacarlos de la oscuridad y posicionarlos en el mercado a la altura de sus homólogos franceses o alemanes, las galerías barcelonesas Sala Parés y Artur Ramon, y la londinense Colnaghi, sellaron una alianza estratégica que estos días vive su tercer capítulo de éxito en Londres con la exposición Barcelona-París (1860-1936). A journey to Modernity.

‘Escena parisina nocturana’ (1900) de Anglada Camarasa

“La respuesta está siendo muy buena a todos los niveles”, explica el galerista Joan Anton Maragall, cuya Sala Parés acogerá en diciembre una nueva versión de la muestra londinense. Se trata de una recopilación de obras realizadas en París –o inmediatamente después de su regreso– por parte de artistas barceloneses que entre 1860 y 1936 vivieron en la capital francesa. La esencia de la exposición será la misma. Pero a su llegada a a Barcelona, no estarán todas las piezas. De las 35 obras reunidas, al menos doce han pasado ya a formar parte de fundaciones y colecciones privadas del Reino Unido. E inicialmente había otras tres (de Olga Sacharoff, Joaquim Sunyer y Josep de Togores) que ni siquiera llegaron a salir de España ya que “fueron adquiridas por el Museo Reina Sofía mientras se tramitaba el permiso de exportación”, cuenta Maragall.

The Theatre, Paris, 1901, de Joaquim Sunyer

The Theatre, Paris, 1901, de Joaquim Sunyer

“Es la tercera exposición que organizamos conjuntamente y también la más ambiciosa, tanto por la especificidad del tema como por la calidad de las obras”, continúa el galerista, que, como ya sucedió en las muestras precedentes, The golden age of spanish modern art y Spanish modern landscapes , han podido constatar que existe un mercado para la pintura catalana de este periodo y que aún hay mucho camino por recorrer. “En la pintura que ellos llaman masters , Londres es la capital del mundo; una ciudad muy abierta y receptiva donde la pintura francesa de este periodo ha estado siempre presente y que ahora tiene ganas de descubrir nuevas cosas”. El precio de las obras expuestas oscila entre los 20.000 y los 400.000 euros.

Retrato (1915-1919), de Olga Sacharoff

 

‘La Parisienne (Mademoiselle “Clo-Clo”, Clotilde Pignel), 1900, de Ramon Casas

Esta apreciación por parte del coleccionismo internacional choca con el desinterés del ámbito catalán, donde muchos herederos o futuros herederos, “no digo todos, pero sí una parte”, se desprenden del arte que atesoraron sus padres. “Es un fenómeno muy de aquí”, concluye Maragall. “Históricamente el público local redescubre una parte de su arte o de su arquitectura cuando lo redescubren fuera”.