La galería Artur Ramon se reinventa en el Eixample

LA VANGUARDIA

CULTURA

Miércoles, 22 Noviembre 2017

Mirada contemporánea de Pamen Pereira al arte antiguo

 

La prolongada crisis del mercado del arte, acentuada ahora en Catalunya por las incertidumbres del contexto político, y la invasión turística del Casc Antic de Barcelona están en el origen del cambio de sede de la galería
Artur Ramon. De la calle de la Palla se traslada ahora a Bailén 19, en un antiguo edificio textil situado en un barrio del Eixample que está ganando peso, dando la razón a Ildefons Cerdà cuando dijo que el eje futuro de
la ciudad iba a ser el paseo Sant Joan.

La primera noticia documentada de Artur Ramon Art se remonta a 1911 y ahora es el turno de la cuarta generación. El nuevo escenario se abre al público a partir del próximo lunes 27 con dos espacios complementarios
que ocupan mil metros cuadrados. En la planta baja estará el laboratorio-galería donde se invitará a artistas contemporáneos a explorar y dialogar con las antigüedades. Mònica Ramon ha invitado a Pamen Pereira
(Ferrol, 1963) para inaugurar este espacio y la artista ha creado unas instalaciones donde mezcla su obra teñida de poesía con muebles antiguos procedentes de los fondos de la galería. Así puede verse desde una mesa con unos candelabros que levitan hasta un armario rococó en cuyo interior cuelga un corazón dorado, del que se oyen sus latidos. Cada obra ha sido bautizada con un título que a veces recuerda un haiku, como La mujer de agua sigue cantando, donde pueden verse unos zapatos con alas que cuelgan de unas sillas suspendidas en el aire.

Esta exposición permanecerá hasta el próximo 28 de febrero y luego tomará el relevo otra de los hermanos Pere y Josep Santilari sobre el tema de los siete pecados capitales. La intención es que artistas contemporáneos puedan trabajar con los stocks de la galería, integrados por unas seis mil piezas valoradas en diez millones de euros. Mònica Ramon lo explica medio en broma: “Se trata de mostrar antigüedades de manera sexy”.
Esta sala se comunica con la galería privada Artur Ramon Art del primer piso del edificio, que se destina a espacio de gestión de pintura, escultura y dibujo pensado para estimular al coleccionismo. Los visitantes
podrán disfrutar de alguna de las exposiciones temporales que se organizarán pero también tendrán acceso a la biblioteca (más de ocho mil libros) y archivo, podrán asistir a conferencias y debates puntuales, solicitar tasaciones y valoraciones y acceder al gabinete de dibujos, cuyo diseño se ha inspirado en el que existe en el Museo del Prado. Dentro de ese espacio se destina una sala a exposiciones (dos o tres al año) relacionadas con algunas de las facetas que han distinguido a la galería. Y para este reestreno se abre la muestra Cuatro caravaggistas: Bassetti, Borgianni, Caracciolo y Ribera, comisariada por Gianni Papi, uno de los mayores expertos en la materia. Se presentan diez cuadros de estos cuatro artistas, que crecieron a la sombra de Caravaggio. Artur Ramon define este nuevo espacio como un nuevo escaparate que fusiona la esencia del anticuario con la vocación del galerista y se abre al cliente exterior, cada vez más activo.

 

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