Ficha técnica

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    Antonio Palomino y Velasco (1655-1726)
  • Título
    Inmaculada Concepción
  • Medidas
    186 x 122 cm
  • Descripción
    Óleo sobre lienzo
  • Descripción complementaria
    La Virgen lleva un manto flotante de color azul y una túnica blanca, siguiendo la iconografía recomendada por Francisco Pacheco en sus escritos. Su larga cabellera parda se desliza por encima de sus hombros, y está coronada por un nimbo de doce estrellas, según la descripción del capítulo 12 del Libro del Apocalipsis. Está rodeada de nubes pobladas de cabezas aladas de querubines, y a sus pies se encuentra un grupo de angelitos cantores, quienes sostienen dos de los atributos vegetales marianos, el lirio y el lirio blanco. En contraposición a la luz que rodea a la protagonista, quien se eleva a los cielos, aparece el dragón infernal o la serpiente, que está pisando. Este monstruo lleva entre sus dientes la manzana del pecado original de Adán y Eva en el paraíso; sus rasgos son muy parecidos a los del monstruo que aparece en otras Inmaculadas de Antonio Palomino, como la Inmaculada Concepción del Museo del Prado en depósito en el Museo de Bellas Artes de Córdoba.
    Esta Virgen entre nimbos aparece en primer término, invadiendo gran parte de la superficie pictórica, lo que le otorga una fuerte presencia. Se inscribe en el contexto de la Contra-Reforma que sigue el Concilio de Trento (1545-1563) en respuesta a la Reforma protestante: se elaboran imágenes religiosas muy potentes y emocionantes para ganar el apoyo de los fieles.
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